Caprichos a diario: Todos los días son 8 de marzo

Mañana 8 de marzo es el día de la mujer.
Sólo hace falta fijarse en algunas estadísticas para saber que aún falta mucho por hacer en materia de igualdad.

7 de cada 10 pobres del mundo son mujeres. El 70%!
Las mujeres directivas ganan un 18,6% menos que los hombres, pero no hace falta ser directiva para que estas diferencias estén presentes, ya que se pueden encontrar en cualquier categoría profesional.
Causas como la desigualdad salarial y la educación nos dejan en un no merecido segundo plano.
No, los derechos de la mujer no nos los regalaron, fueron luchados por nuestras antepasadas. Mujeres que creyeron en ellas y en que merecían más de lo que tenían. Y gracias a ellas hoy podemos por ejemplo votar. Sí, ese acto que a nosotras nos parece ahora tan normal, hace sólo 80 años que lo podemos ejercer las mujeres en España. Qué son 80 años hablando de historia!
Ahora, cuando parecía que empezábamos a ir de la mano en derechos con los hombres (en España), viene un "señor" y nos dice que él decide por nosotras.
Un "señor" nos va a decir lo que debemos hacer! Debe ser que somos todas tontas y le necesitamos a él en la toma de las decisiones transcendentales de nuestra vida...
No, no lo somos. Cada una sabe lo que quiere y si no lo sabe, tiene medios para solicitar ayuda en la toma de su decisión. Pero el derecho a decidir nos corresponde a nosotras, las mujeres.
Esto nos hace ver que los derechos a parte de ganarse, también se pueden perder y que debemos seguir luchando por ellos.

Mañana es el día de la mujer, el del calendario, pero todos los días son nuestros, todos los días son 8 de marzo.

No pretendo ensalzar la figura de la mujer por encima de la del hombre, porque estaría haciendo lo mismo por lo que escribo ahora, pero desde la otra visión. Con este post sólo pretendo un momento de reflexión. Reflexionar sobre lo que valemos, lo que hemos conseguido y lo que aún podemos hacer.
Para mí el ideal seria que el 8 de marzo no fuera el día de la mujer, eso querría decir que no hay desigualdades entre géneros. Que todos tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones.